ARGANDA DEL REY (Madrid) Segunda de la XXI Feria de Novilladas
Gran expectación entre los tendidos en una tarde que suponía la presentación antes sus paisanos del local Rubén Fernández, que a pesar de su escaso bagaje –este era su segundo paseíllo con los del castoreño prácticamente en un año- derrochó un gran valor y variedad en sendas faenas, llegando a conectar y trasmitir al público, una interesante actuación que malogró con los aceros. El francés Adoureño, que el próximo domingo tomará la alternativa en Dax, dejó una mala imagen en el sexto, al que no quiso ni ver en una acción de “pánico” después de que su compañero cayera herido. En su lote anduvo sin acople. El sevillano Daniel de la Fuente, hijo del ganadero de la tarde, lo intentó con el tercero, un animal parado al que hubo que insistir para sacarle el poco juego que tenía. Un calvario pasó el de La Puebla del Rio con el cierraplaza, un utrero orientado que ofreció pocas opciones. Ya se lo puso difícil a los banderilleros y siempre dejó la cara arriba en los muletazos, quiso hacer faena el joven torero pero no pudo por lo difícil que se puso el “Doloresrufino” que llegó a voltearle y dejarle mermado al joven espada que tuvo que ser llevado a la enfermería y no pudo matar el novillo.
Con más de tres cuartos de entrada, se lidiaron seis novillos de Hijos de Doña Dolores Rufino, de bastas hechuras y juego complicado salvo el bueno quinto. El Adoureño: Silencio, silencio y fuerte bronca tras aviso Rubén Fernández: Palmas tras aviso y silencio Daniel de la Fuente: Ovación con saludos y herido Incidencias: Daniel de la Fuente fue volteado en tres ocasiones por el sexto sufriendo un “fuerte traumatismo torácico con neumotórax y rotura de las costilla octava y décima”. Traslado al Hospital del Sureste. Sonaros dos avisos y tocaba hacerse cargo del novillo a El Adoureño, que se negó a matarlo, sonó el tercer aviso y el novillo fue devuelto a chiqueros. El banderillero Jorge Fuentes resultó contusionado por el mismo novillo frente a uno de los burladeros. Rubén Fernández se presentaba como novillero ante sus paisanos.