Un día muy taurino en la localidad Madrileña dé Fuentidueña de Tajo, que comenzaba un pasacalles para disfrute y fomentó de la afición los más pequeños, con la animación de toros hinchables, idiados por los afamados Pocoyo, Bob esponja y Pepa Pig, al son de la Charanga local ‘Menea la Corchea’.
El toque flamenco corrió por parte del grupo de baile Sakamargo, que demostraron alegría, desparpajo y saber hacer.
El tentadero estuvo amenizando en la faena de muleta por el cantaor Alberto Fernández y a la guitarra David Jaro quienes tuvieron muy buen compás y armonía, en su elegante cante “jondo”. Se entregaron unos reconocimientos a los participantes en agradecimiento a su colaboración y aportación en este II Tentadero Solididario, entre los que se hizo una mención especial al banderillero Oscar Domínguez “Patriarca”, por su reciente despedida de los ruedos, tras 29 temporadas como profesional.
A las 12 de la mañana daba comienzo el II Tentadero Solididario Flamenco en esta ocasión a beneficio del Proyecto Salvavidas, (encargados de suministrar los defibriladores automáticos inteligentes, al alcance de los ciudadanos, y los cursos para su funcionamiento).
Se sortearon cuatro eralas de la estimada ganadería de D. José González Jiménez, encaste Núñez, para un torero lleno de virtudes, de las que destacada si cabe, su intelecto en la cara del toro, Fernando Robleño, volvió a Fuentidueña tras su exitosa actuación en el festival de septiembre, tentando una vaca de gran calidad pero con las fuerzas justas, sacó su tauromaquia para sostener al animal, afianzarla y divertirse toreando a placer… como volvió a disfrutar Fuentidueña de Fernando Robleño y que a gusto se sintió Fernando en Fuentidueña, ojalá dure mucho esta sintonía.
El tentadero contó con la colaboración especial del rejoneador Raul Martin Burgos, que hizo vibrar la plaza con sus actuaciones a las dos primeras vacas, a las que toreó a caballo con mucho temple.
Participaron como esta reglamentado, las escuelas taurinas de CITAR, de Guadalajara, con los alumnos Mario Aguilar y Leandro Gutiérrez, la escuela de Colmenar Viejo, Miguel Cancela con los alumnos Diego García y David López, y la ECTM Yiyo, de Madrid, con Sergio Nunes, que destacó un poco más que el resto y Guillermo San José, ninguno de los chavales estuvo mal, pero tampoco transmitieron, al más o menos un cuarto de plaza que había en los tendidos, todos trajeron la lección aprendida, la pena es que usaron más la técnica que el sentimiento.
Las vacas de D. José González fueron de gran calidad, desatando la última como la mejor y la 3 como la más compleja. Ganadería que en las tres comparecencias que lleva en Fuentidueña se ha ganado por el resultadode sus toros, la admiración y respeto de los aficionados.
Al final se dio a degustar, una caldereta, patatas con carne, costillas y paella, que al igual que las pulseras que se ofrecían en la puerta de entrada al tentadero, se agotaron, en un momento.